La ciudad no es un árbol Diálogo entre Teddy Cruz y Andrea Torreblanca.
La ciudad no es un árbol Diálogo entre Teddy Cruz y Andrea Torreblanca.
Andrea Torreblanca (AT) Teddy, me gustaría comenzar esta conversación con algo que dices en uno de tus textos: para hacer arquitectura, debes alejarte de la arquitectura, y este distanciamiento tiene que ver con integrarse a procesos cívicos, éticos y sociales mucho más complejos de la ciudad ¿Qué significa esto?
Teddy Cruz (TC) Me gusta que hayas iniciado con esa pregunta, porque obviamente durante muchos años me ha interesado ser capaz de reconfigurar mi propia práctica, precisamente desviándome de lo específico, porque en realidad no me satisfacía la situación autorreferencial de la arquitectura. Y me di cuenta de que muchas de las condiciones que yo experimentaba al cruzar la frontera entre San Diego y Tijuana, no se estaban discutiendo en la profesión arquitectónica. Así pues, lo que surge es un deseo de desviarse de esta situación aislada. En las últimas décadas de un neoconservadurismo económico y político, de políticas urbanas, y la marginación de urbanismos exclusivistas, me interesaba cómo podíamos, en cuanto arquitectos, dejar de ser decoradores de los errores ajenos.
Me interesa ser arquitecto, obviamente, pero me gustaría poder regresar armado a la arquitectura; me interesa mucho pensar los procesos a fondo. Lo que hemos perdido es la noción de pensar menos en imágenes fijas; [qué pasaría si] la abrimos a una situación más performativa, más operativa. Porque cada imagen y cada objeto tienen una praxis. Y eso es lo que quizá a veces se ha malinterpretado sobre la obra de Christopher Alexander.
AT Como sabes, esta conversación se llama “La ciudad no es un árbol”, como el famoso texto de Alexander y siempre parece haber confusión en torno al uso del “no” en “no es un árbol”; ¿por qué no podría ser un árbol la ciudad? Porque Alexander se refiere a la imagen sintética de una ciudad, a la forma en que las ciudades suelen estar organizadas mediante la simetría, y propone en su lugar construir mediante semi-retículas, el entrecruzamiento y la interseccionalidad.
TC Exactamente, eso me confundió cuando leí el título, yo quería decir no, en realidad la ciudad es un árbol, pero creo que lo que ocurre es que quizá Christopher Alexander estaba estableciendo una crítica a la forma como la planeación urbana seguía perpetuando una metáfora fija. Pero como todos sabemos, el árbol no es algo estático, la dimensión social del árbol abre la metáfora fija a un sistema mucho más complejo de relaciones impredecibles y rizomáticas. Creo que esto estaba en el centro de las teorías de Christopher Alexander, lo cual es a fin de cuentas la belleza de Alexander, que implica oscilar entre quienes perpetúan la arquitectura como un patrón estilístico, histórico y decorativo y, por el otro lado, como el gurú de la teoría informática, los algoritmos y los sistemas de autogestión que empiezan a crear situaciones mucho más rizomáticas. Sí, pienso que regresar a la metáfora del árbol es algo más complejo, operativo y performativo; yo diría que la ciudad es un árbol.
AT En algún punto también escribiste sobre la porosidad, la elasticidad de la frontera y cómo todo lo que está arriba es poroso hacia abajo. Supongo que también podríamos hacer una metáfora con la gravedad, de todo lo que cae desde el norte, y cómo hemos creado esta imagen estigmatizada de la arquitectura del desecho. A ti te interesa desmitificar esa imagen.
TC Sí, para mí lo informal consiste en una serie de estrategias que, desde abajo, se resisten a la imposición de políticas y de economías excluyentes. Y esas estrategias no son materiales en un principio, sino que son formas de conformar la solidaridad. Son maneras de conformar la gobernanza a una escala local, de conformar economías sustentables, es decir, son procesos. Me interesan los procesos detrás de lo informal, no la figura de lo informal. Sigo creyendo en las instituciones, aunque algunas instituciones estúpidas han perpetuado el sistema de infraestructura colonialista.
Parte de lo que me ha inspirado sobre lo informal, por ejemplo, es que la definición de densidad urbana se sigue manteniendo bajo una interpretación reduccionista. La densidad no es sino una cantidad de cosas, de objetos por unidad de superficie, o el número de personas por unidad de superficie. Lo que hemos aprendido a través de la urbanización informal es que en muchos de los barrios marginados de inmigrantes donde trabajamos, la densidad puede medirse de una forma distinta, como una cantidad de intercambios sociales por unidad de superficie que implica otra forma de visualizar lo urbano, que es más sociológica y antropológica. Entonces, lo que quiero decir es que tenemos que repensar el lenguaje.
AT ¿No estamos idealizando un poco la idea de vivir en comunidad? ¿De todos viviendo juntos en torno a un patio? Porque la idea de vivir en común también es política, es una negociación. A menudo me pregunto qué tanto de estos proyectos tiene que ver con un deseo de vivir en comunidad, de que la gente viva en comunidad ¿o lo estamos haciendo todo mal?
TC Pienso que también es parte de esta mala interpretación. Yo mismo he formado parte de ese problema. En algún punto de una conferencia que dimos, alguien del público se levantó y me dijo: pero ¿qué quiere decir comunidad? Y me tomó por sorpresa porque en realidad no lo había pensado muy bien a fondo y, con el tiempo, comencé a entender que comunidad no sólo se trata de hacer, de convocar al grupo de personas que ya están de acuerdo. Idealizamos la noción de que la comunidad lo sabe todo y que como arquitectos sólo tenemos que escuchar.
AT Otro término que utilizas es hospitalidad. En territorios como Tijuana y otras zonas fronterizas, con la zonificación de campos, asilos, zonas marginadas ¿cómo se integra la idea de hospitalidad?
TC Pienso que a veces nos complicamos al querer cuestionar estas nociones. Debemos trascender la noción de hospitalidad y hablar más sobre inclusión ¿Cómo incluimos al migrante y a sus hijos en la coproducción de la ciudad? El artista o arquitecto se convierte en mediador y facilitador entre los recursos que provienen de arriba, para sustentar la inteligencia creativa proveniente de abajo. Así que para mí ha sido importante integrar el hecho de que la vivienda no se está percibiendo como unidades autónomas, sino como un sistema relacional-social inscrito en un espacio de producción.
AT También hay algo en trabajar de abajo hacia arriba que tiene que ver con la imaginación, con la imaginación cívica, con la imaginación política y, en ese sentido, también existen estas estructuras invisibles que pueden modificarse desde todos estos procesos sociales, desde todos estos procesos que se llevan a cabo desde abajo.
TC ¿Cómo, en cuanto arquitectos, podemos intervenir primero para reorganizar estas normas sociales de comportamiento? ¿Cómo podemos regresar a abrir sensibilidades en relación con una imaginación pública y, en particular, en temas de la frontera? Hablo de invertir en la reconstrucción de una ciudadanía transfronteriza.
Teddy Cruz is the co-founder of Estudio Teddy Cruz + Fonna Forman, a research-based political and architectural practice in San Diego. He holds a master’s in design from Harvard University and is currently a professor of public culture and urbanization in the Department of Visual Arts at UC San Diego.