“What activist art does is actually a promiscuous theft of historical or archival possibilities. It digs down into that surplus archive, repurposing aspects of it, sometimes in the process repairing some of these gaps and broken pieces, and it functions in a way that is very much like a kind of mistake or error code in the idea of history itself. So if I was going to say, what is "after history?:", it’s perhaps already present in history proper, and that is the sort of noise function that has been sort of canceled out or is attempted to be canceled”—Greg Sholette.

"En esta invasión de lo inesperado, me resulta difícil no retroceder. La introspección puede ser un impulso positivo, pero no significa nada si no se convierte finalmente en acción."

"Después de la crisis del coronavirus, cuando comencemos a aventurarnos y a viajar de nuevo, ¿podríamos imaginar una forma diferente de moverse por el mundo y un tipo diferente de circuito mundial de arte? Estoy interesada en la idea de la residencia lenta, donde nuestra experiencia de llegar desde nuestro lugar de origen a nuestro destino podría ser tan parte de nuestra experiencia de residencia como estar en ese nuevo lugar."

"Una de las ideas a las que siempre vuelvo cuando pienso en resiliencia y en los seres sociales es la experiencia del trauma... y hay una teoría del trauma llamada 'teoría del trauma de la traición' que habla del hecho de que el trauma no es solo terror y miedo, sino también una traición social... El otro aspecto del trauma en el que he estado pensando mucho es el concepto de trauma como una interrupción de significado, o pérdida de significado, y una interrupción de la narrativa en la vida de alguien... Creo que se trata de cuestionar esa funcionalidad en nuestra organización y crear nuevas narrativas a medida que avanzamos, por lo que, lo que veo como resiliente es nuestra capacidad para crear estas nuevas narrativas."

Resiliencia, aunque es una palabra fea, es la palabra que apunta a una urgencia, una urgencia como dije para proponer una pedagogía colectiva que implica un esfuerzo cognitivo masivo, pero un esfuerzo que debemos garantizar que esto sea posible conectándose entre sí, manteniéndonos al día con estas nuevas formas extrañas de colaboración que todos debemos inventar.

“Como arquitecto, tengo una forma diferente de ver los comportamientos sociales, la cohesión social, una forma ciertamente no ágil, rápida y directa, de comprender las relaciones sociales, las evoluciones y los cambios en los que los seres humanos se relacionan entre sí ... disfruto la lentitud, el pensamiento posterior, en lugar del impulso, las reacciones lentas y la falta de velocidad. "

"Para mí, la resiliencia no se siente tan diferente de la creencia, de la magia o la maravilla: todos los sistemas que permiten que lo inefable exista en el mundo, al tiempo que nos permite tener experiencias privadas y colectivas simultáneamente. Creo que la poética de la resiliencia es más importante ahora más que nunca, no sólo porque estamos en el comienzo de una pandemia mundial; pero porque incluso antes de este momento inimaginable, el mundo estaba en problemas de maneras profundamente sistemáticas que abarcaban los derechos humanos y planetarios."

"En este contexto, la resiliencia colectiva tiene prioridad sobre la resiliencia individual, una resiliencia que no está definida por el individuo. Creo que la resiliencia de la mente, el corazón y el espíritu también son una forma de resiliencia interna, que a diferencia de la resiliencia corporal, tendrá prioridad en la vida de las personas quienes tienen el privilegio de estar en cuarentena o aislamiento desde casa con acceso a tecnología en comparación a la resiliencia corporal que estará más presente en la vida de personas quienes son, por ejemplo, trabajadores esenciales."